VIVENCIAS-1ª PARTE

Estos son los recuerdos de mi niñez y adolescencia en Francia, país donde emigré con mis padres. Las vivencias, algunas veces no fueron muy gratas, pero con el tiempo,  mis recuerdos han seleccionado solo lo mejor.

 

Aquí os dejo una parte de mi vida

 

 

Años 60-70

 

1.1 Este hotel, en esa época, estaba reconvertido en pequeños apartamentos, donde la mayoría de sus habitantes, eran Argelinos solos. Había tres matrimonios de argelinos, uno de ellos tenia varias hijas, otro era mixto de argelino y francesa, ( con dos hijos varones) y una familia de españoles con una hija a la que llamaremos Y. ..Allí nunca existió el racismo, nos conocíamos todos y nos apreciábamos. La niña española, ella rubita, bastante parlanchina, le gustaba mucho relacionarse con todo el mundo, y si la dejaban. “chinchaba” a todo Quisqui. También era un poco trasto (por no decir mucho), era cariñosa, y creo que muy apreciada por todos. Entre las familias argelinas, había una Familia "Los Bukil", con varias niñas, que vivían pegaditos al apartamento de la familia española, y con la cual tenían Una relación muy estrecha. Las entradas de los Apartamentos de estas dos familias, y de otra familia mas, daban a un patio interior, en donde los niños jugaban, y las personas mayores, se relacionaban. A dicho patio, también daban las ventanas de varios apartamentos.

 

1.2 Los Bukil, era un matrimonio desigual, en cuanto a edad. Zakina, la esposa tenia 22 años, y el 60. Él, trabajaba de barrendero, ella a sus labores. No vivían muy holgados económicamente, y recibían una importante ayuda de la Asistencia Social, por las niñas. Debido a nuestra amistad, los jueves por la tarde (no teníamos clase) me quedaba al cuidado de las niñas, mientras ella Iba a recoger la ayuda, que le daban en la Asistencia Social. Un día, se me ocurrió preguntarle:¿”Zakina, como tú tan joven, y Bukil, tan viejo y feo, te casaste con él”? Z. contestó: "El matrimonio fue arreglado por mi familia, y me casé por poderes, no lo conocí hasta llegar aquí.¿Pero como fue? Si Bukil no sabe leer ni escribir, ¿quien le arregló los papeles? Z. Él tiene familia aquí, y necesitaba una esposa. Sus hermanos lo arreglaron todo, y mandaron una Foto. ¿De él?, Pero, porque no te negaste, al verla. No, la foto no era de él, era de Jalifa, su primo. Y ¿de Jalifa?, ¿Ese chico tan guapísimo, que viene aquí tan a menudo?. ¡Sí! Él es primo de Bukil. Ohhhhhhhhhh. Zakina, porque cuando llegaste, y viste a Bukil no te volviste para Argelia, otra vez, es terrible. Le odio, por engañarte, así, no hay derecho, tú eres joven y guapa, y él es feo y viejo. Ya nada se podía hacer, todo estaba hecho. En Argelia no es como aquí, las mujeres no podemos hacer ni decir nada. Además, no digas eso, no le odies, es buena persona, aunque sea viejo, no es tan feo, él es bueno conmigo y aunque no muy bien, vivo mejor que allí. En la distancia, me veo bastante atrevida, para mi edad. También es cierto, los años no contaban mucho, ya que había mucho afecto, la confianza reinaba entre las dos, y las dos nos necesitábamos como amigas.

 

1.3 Zakina, era una chica muy limpia y dentro de sus posibilidades, que eran muy pocas, cuidaba muy bien de las niñas, y de su marido. Tenia su genio, y era ella la que reñía, no se el porque, pero como vivíamos pared con pared, todo se oía, aunque ellos siempre hablaban en argelino. Esto me hacia mucha gracia, y después aprovechaba para decirle: ¿Zakina, que le haces a Bukil?, solo que se te escuchaba gritar a ti. Ella callaba, se reía, y me decía: ¡Ohhhhhh tu es tres coquine!

 

1.4 Como ya dije antes, los jueves, por la tarde, Zakina se ausentaba. Algunas veces iba acompañada de Jalifa, para ayudarla a traer los víveres y cosas que le daban en la Asistencia Social, ya que Bukil, trabajaba. Jalifa venia mucho a su casa, era el primo de su marido, y también dentro de sus posibilidades, (que no eran muchas), ayudab en lo que podía. No hay que olvidar que eran emigrantes, mal pagados, y por cierto bastante explotados. Una de las veces, que tardó mas de la cuenta, Zakina llego con Jalifa y yo toda la tarde, con los diablos de sus hijas, que ya eran 3: Farida, Zaida, y Fátima, os puedo asegurar que yo estaba enfadadísima Nada más irse Jalifa, y cuando vino a por las niñas, después de charlar un poco, le suelto:", Zakina, ¿ tu no me estarás engañando, me estas haciendo quedar con los demonios de tus hijas, para ir de" picos pardos "con Jalifa?, porque me estoy dando cuenta, que las niñas son demasiado guapas para ser Hijas de Bukil. Dios, no se como no le dio un pasmo, pero ya me conocía, y después de mirarme con cara de "terror", le dio un ataque de risa. Cuando se calmó, me dijo: que había ido al médico, y a la Asistencia Social porque de nuevo estaba embaraza, tenía que arreglar papeles, y ella no sabía. También había solicitado una vivienda social. Lo de sí Jalifa, era el padre de las niñas, no me lo aclaró, yo siempre quedé con la duda, jiiji Al decirme lo del embarazo, ahí, yo puse la cara de "terror", pues aunque no tenía muchos años me daba cuenta de que otro bebe era un gran problema en todos los sentidos para ellos. De nuevo mi curiosidad pudo más que mi sentido común, y le pregunté:"¿Zakina Cuando vas a parar de tener hijos? Apenas tenéis sitio, y no estáis muy bien de dinero” me contestó, creo que con mucho dolor (aunque ahora sí lo percibo): nada puedo hacer, él (Bukil) quiere un hijo varón, y yo tengo solo niñas.

 

1.5 Si las niñas no tenían colegio, estaban mucho en mi casa, o jugando en el patio con los demás niños. Como solíamos decir en casa, referente a las niñas, la última que nacía era la que comía. Me explico: al ser la mas pequeñina, era la que más atenciones recibía, y las otras por supuesto que comían, pero bastante mas escaso. E n aquel hogar había muchas, necesidades. Farida, Tenia unos 5 o 6 años, era la piel del diablo, y muy avispada. Zaida, Tenia 4 años, pero solo venia a casa, por las vacaciones, ya que estaba en un colegio especial, debido que tenia raquitismo e iba mas retrasada en el aprendizaje, apenas hablaba. Fatima era el bebé.

 

1.6 Farida debía de tener un sexto sentido, porque cuando mi madre me daba la merienda, enseguida se acercaba por casa, y claro, no iba dejarla mirando como yo comía y si estaba Zaida pues también le tocaba. A la hora de cenar, algunas veces mama solía freír patatas con chorizo. El olfato "perruno" de las niñas era incuestionable, ya las teníamos a la puerta con una cara que no hacia falta comentar. El olor las atraía como las moscas a la miel. Pero claro, había un dilema, el chorizo, los árabes no pueden comerlo, y a las niñas les apetecía muchísimo y les gustaba (yo ya se lo había dado a escondidas, varias veces). Mamá decidió, que fuera a preguntarle a Zakina, si podían cenar con nosotros pero que seria chorizo con patatas fritas y teníamos miedo que les pareciese mal. Zakina, que era muy inteligente y quería muchos a sus niñas, me dijo "dile a tu madre que gracias por todo, las niñas no cometen pecado, y lo mejor para ellas es que coman, pues lo necesitan. Como nuestra mesa era muy pequeña, mi madre les puso unos periódicos en el suelo, una manta y las sentó. Les puso delante, un gran plato de patatas fritas con chorizo y huevo, que desapareció en un visto y no visto. Después de cenar, Farida ella muy mora, nos ofrece un buen "rutido", con lo cual se gana una torta mía y la palabra "marrana". Ella con una gran sonrisa, me dice: perdone señora, y con eso, todos a reírnos. Ni que decir tiene, que cada vez que había esa cena, teníamos a las “okupas”.

 

1.7 Estaba Bukil sentado en medio del patio, haciendo que leía, con el periódico al revés (no sabia leer), y le pregunto: ¿Señor Bukil, que dice hoy el periódico, me lo lee? Claro, y se puso a leerme las noticias, cuando terminó, se vuelve hacia mí y me dice todo serio: Niña, hay que leer el periódico todos los días para estar bien informado. Yo, que no era precisamente un dechado de virtudes, le contesto: Gracias Sr. Bukil, Le cojo el periódico, y se lo pongo al derechas, Me mira, empieza a reírse, y me dice igual que Zakina: Ohhhh, tu es très coquine (bromista, revoltosa) Me gusta bromear desde niña, sobre todo con las personas que aprecio. La familia Bukil, siempre recibió mis trastadas con cariño. Dicho afecto era reciproco.

 

1.8 .- Zaida, solía venir a casa en las vacaciones escolares. Estaba delgadísima, era muy nerviosa y apenas hablaba. Tenia el pelo muy ralo, y digo esto, porque un día me dice mi madre: pregúntale a Zakina si puedo arreglarle el pelo a Zaida. Mamá, hablaba bastante mal el francés, y yo era la intermediaria, en ese aspecto. Zakina, que la pobre, andaba mal de recursos, vio el cielo abierto, y me contestó: si, si, que se lo corte y la peine. Se puso a la faena, pero como solía estar mucho tiempo recostada la niña, tenía el pelo lleno de nudos. Ni corta ni perezosa, coge las tijeras, le da un corte, mejor dicho, un rapado que cuando le pone el espejo delante para que se mire, Zaida empieza a gritar de puro terror. No debió reconocerse y como no hablaba, pues le dio por gritar. Viene corriendo Zakina, y ve a la niña gritando, con el pelo casi al O, mi madre con las tijeras en la mano, y una cara de susto terrible, pues no se esperaba esos gritos. En ese momento, no se movía ni una mosca. Zakina empieza a reírse (era un encanto) y le dice a mamá: “Señora Consuelo, a partir de hoy, es la peluquera oficial de las niñas”. Ahí empezó su carrera como peluquera de las Niñas. La verdad, no sé a quien le gustaba mas, si a Zakina o a mi madre.

 

1.9 Otra de las familias, vivía cerca de nosotros, y tenía dos hijos: Abel y Ibrahim, que si el primero era un buenazo, el segundo era envidioso y malo como pocos. En las vacaciones todos jugamos en el patio, y un amigo de los chicos, también se añadía al grupo. Pues bien, un día Abel le dio por decir, que yo era su novia (no tenia mas de 10 años) y yo le respondía que no, y él erre que erre. Mi paciencia se iba agotando y su insistencia en aumento. Nuestros respectivos padres, veían los toros desde la barrera, echaban sal a la pota, y encima se reían. La tontería fue en aumento y empezaron a discutir Abel y Ibrahim, (este rondaba los 9 años pues según él, yo también era su novia, y no la de su hermano. Ibrahim, con tal de armar jaleo, se apuntaba a un bombardeo. Como dos eran poco, el amigo se unió al club e insistía que yo era la suya, y no la de ellos. Me salían novios hasta debajo de las piedras. La tormenta se venia venir, y empezaron a pelearse los dos hermanos y el amigo. Harta, hasta decir basta, empecé a repartir tortazos a los tres. La pelea se generalizó entre los cuatro, patadas, tirones de pelo, mordiscos, en fin, yo recibía, pero daba con ganas. Como el jaleo era tan grande empezaron un asomarse los vecinos a las ventanas del patio, y a jalearnos. Como era la única chica en el lío, pues todos a animarme (muy adecuado por cierto). Nuestras madres miraban, creo que con miedo a intervenir por si recibían alguna. Aquello era una batalla campal. Estábamos ciegos de bronca. Terminó por agotamiento múltiple y arrastrándonos nos fuimos a nuestras respectivas casas. Como dos horas después de la trifulca viene la madre con los hermanos, cogidos por las orejas, y a pedirme perdón, y a decirme que ya no querían ser novios míos, pero si ser mis amigos. Muy a lo francés, nos obligaron a darnos la mano y un par de besos, para sellar la paz. Durante dos o tres días, las miradas eran matadoras, pero la cordialidad volvió a reinar y volvimos a comportamos como lo que éramos, niños, riñendo, jugando y discutiendo. El amiguito, tardó bastante en volver a jugar con nosotros. Las bromas de los "espectadores", las tuvimos que aguantar durante bastante tiempo.

 

1.10 Algunos vecinos tenían nombres difíciles de pronunciar, y en casa les bautizamos a nuestra manera. Uno era el "Gendarme", pues a parte de ser una persona muy seria era muy amable, y se dedicaba a ayudar a sus compatriotas con los papeles, y creo que también llamarlos al orden, o mediar en sus disputas. (Aunque nunca oímos broncas ni líos).Era una persona muy respetada por los suyos. A otro le llamábamos "el estirao", era muy presumido, siempre andaba muy bien vestido, y caminaba como si tuviera un tenedor en la espalda. Otro era "Reloj", pues cada vez que estaba bebido, (y no era de agua, ni de té) se dedicaba a preguntar la hora a todo "Quisqui". En fin, prácticamente todos tenían su mote. Pues sí , los árabes algunos si beben, y este debía hacerlo bien, porque se lo notaba de lejos, y de cerca aún más. Bukil, compraba vino a escondidas, lo traía en la espalda, sujeto con el cinturón del pantalón y tapado con la chaqueta. Lo descubrí, debido a que le hacia un bulto muy sospechoso. Y ese era un motivo perfecto para "chincharle". Cada vez, que le veía el bulto sospechoso, yo muy amablemente, le daba una buena palmada en la espalda (encima de la botella) y le preguntaba, riéndome ¿Qué tal señor Bukil, todo bien? Como al principio no sospechaba, el pobre muy amable, me contestaba e incluso charlaba conmigo. Pero claro, yo era poco discreta, y terminó por darse cuenta. Después cuando me veía, o bien apresuraba el paso para no hablarme, o bien se pegaba la pared para que no le tocara la espalda y me decía: ¡Ohh! tu es tres coquine.

FATIMA
FATIMA

1.11 Debido a un gran un susto, comimos por vez primera cuscús. Fátima, el bebé se atragantó, y no podía respirar. Al verla Zakina empezó a dar gritos, y mama fue corriendo a su casa y encontró a la niña azulada, la cogió por los pies, la puso boca abajo, y empezó a darle palmadas en la espalda hasta que expulsó una especie de hueso, o algo parecido. Fátima ya empezaba a gatear, y a coger todo lo que veía. La niña empezó a llorar, y poco a poco volvió a su color natural, en brazos de mi madre, y Zakina postrada de rodillas haciéndole reverencias y llorando. En agradecimiento, querían pagarle, a lo cual mi madre se negó en redondo. Entonces, nos hicieron un cuscús riquísimo, con muchos ingredientes: cordero, legumbres, verduras, un salsa dulce, y la famosa salchicha que no recuerdo si era de pollo o cordero, pero delgadita, larga, y como picabaaaaaaaaa. Un gasto que no podían permitirse, pero era una manera de agradecerle a mamá lo que había hecho por la niña. Dicho cuscús lo hizo Jalifa, pues trabajaba de cocinero. Así fue como, por primera vez, probamos, un plato típicamente árabe, el cual por cierto me encanta, y siempre que tengo ocasión lo vuelvo a comer.

FARIDA
FARIDA

1.12 .-Farida, la niña mayor, era un diablillo, y no me tenía ningún respeto. Cuando me quedaba a su cuidado era la guerra, no me obedecía en nada. En su casa lo revolvía todo, y si me descuidaba también en la mía, en fin cosas de niña. Como yo la reñía, y algún tortazo le caía, ella se vengaba y me hablaba en árabe, y seguro, seguro, que me insultaba. Yo no le entendía nada, y puedo asegurar, que en esos momentos me entraban ganas de estrangularla. Como ya estaba hasta las narices de que me insultase en árabe, le dije a Zakina, que me aprendiera varias palabras, entre ellas "obedece", "Ven aquí", y por supuesto palabrotas amenazantes, que por desgracia ya olvidé. Fueron momentos hilarantes, me costo mucho aprenderlas, y Zakina se reía a mi costa a base de bien. Mi acento era horrible y a mi entender, las palabras me paralizaban la lengua (que ya era difícil).En fin, después de mucho batallar, las aprendí. Volví a quedarme con las niñas, y Farida empezó a hacer de las suyas. Ahí fue mi gran oportunidad, y le solté de carrerilla todo lo que había aprendido. El susto que se llevó, fue morrocotudo, los ojos se le salían de la cara, como disfruté de ese momento. Puedo a segurar que en toda la tarde no se movió. Pero Ayyyy, cuando llega su madre, se tira a sus brazos, llorando desconsoladamente, y a decirle: Oh mama Yolande entiende el árabe. Me contestó, y está muy enfadada conmigo, no quiere hablarme más. Fue un buen escarmiento, aunque le duró poco el efecto. Cuando se lo contamos a mi madre, y con las gesticulaciones de Zakina, explicando la cara de susto de Fátima, nosotras si que lloramos, pero de risa. La vida en aquella época, no era fácil para nadie, y para Zakina mucho menos. Pero siempre había momentos para las bromas y las risas.

 

1.13 Zaida, venía a casa solo en las vacaciones escolares. Como ya dije antes, estaba en un colegio especial, tipo clínica para su recuperación, pues era una niña, muy delgadita, nerviosísima, y muy miedosa. Tenía un retraso en el crecimiento importante. A sus cuatro años, apenas hablaba, quizás porque no quería, pues entender, lo entendía todo, de tonta no tenía un pelo. Casi siempre estaba sentada o recostada, y su hermana, Farida, la ignoraba olímpicamente. La niña quería y necesitaba atención y a ratos se dedicaba a seguir a su hermana o a mí. Yo le hablaba mucho, y también la incordiaba bastante, haciéndome que no le entendía los gestos, obligándola a andar, y a hablar. Cuando le ofrecía alguna Chuche, o el bocadillo de la merienda, sabia, que si no venía a por el, o me lo pedía, no se lo daba. Ella así lo entendía. Tanto la pinchaba, que un día cuando ya empezaba a caminar normalmente, va y le dice a su madre: mamá, Yolande es mala, siempre me esta incordiando. Zakina se quedó pasmada, pues era la primera vez que decía una frase tan larga. Vino a casa a contarlo, y a decirme, por favor Yolande, no dejes de hacerla de rabiar (como si hubiera que animarme a ello), que ya empieza a hablar de carrerilla. Empezó y no paró. Dios mío nos aburría dando la "parpalluela". Las hacia de rabiar (a las niñas) pero también es cierto que las quería mucho. Para mí, eran mis hermanas pequeñas (soy hija única) y ellas debían disfrutar tanto como yo. Sí andaban cerca, eran como lapas, no se me despegaban.

 

1.14 Ibrahim, era otro niño del patio, y como ya dije, era bastante malvado para ser tan pequeño. Le solía dar pellizcos a Zaida (que por cierto nunca lloraba) o la empujaba sin mas, y la hacia caer. Yo ya estaba harta de eso, pero como mi madre me tenia súper amenazada, de que no quería mas peleas (con la única que hubo, tuvo mas que suficiente para el resto de su vida) pues empecé a comerle el "coco", a Zaida para que se defendiera, y lo hizo, caray que sí lo hizo. Un día, el dichoso Ibrahim, empezó a molestarla, y que como ella era una guindilla de delgadita, de un salto se tira a los pelo, lo rodea con las piernas, el otro gritaba a todo pulmón, y Zaida arrancándole los pelos a puñados. Con tantos gritos, todos salimos corriendo de las casas, y no podíamos quitar a Zaida de Ibrahim, lo tenia agarrado con tanta fuerza que era imposible abrirle las manos para que le soltara los pelos, fué estupendo, sinceramente disfruté la tira. Por fin, entre la madre del chico, y su madre pudieron separarla de los pelos de Ibrahim. Zaida temblaba como una hoja de lo nerviosa que estaba y del histerismo que había cogido. Zakina la llevo para casa y la acostó (estuvo dos días durmiendo del agotamiento). A mí me cayó una riña del Carajo, y un buen castigo. Mi madre supo, que detrás de todo ese lío, estaba yo, pero no me importó, Ibrahim aprendió la lección, y cuando veía a Zaida en el patio, no se acercaba a ella ni por asomo. Tengo que decir, que la madre de Ibrahim (no me acuerdo de su nombre) era una mujer muy educada, que jamás riñó con ninguna madre por culpa de las trifulcas entre niños, y nunca intervenía en nuestras disputas. Cuando acababa todo, supongo que les leería la cartilla, y les caería una buena bronca, como me pasaba a mí, con la mía.

 

1.15 Nació la 4 ª hija de Zakina, Soraya, y cuando ya estaba embaraza de la 5 ª, por fin le dieron una vivienda social, grande y muy bonita, pero lejos. Para llegar hasta a su casa, había que coger el tren y el autobús y se fueron allí a vivir. De vez en cuando mamá y yo íbamos a visitarlas. Las echábamos de menos. Las niñas fueron creciendo, y Zakina siguió teniendo hijos, con algún aborto de por medio. Por fin consiguió tener el tan ansiado varón. Lo ultimo que supimos, era de que ya tenia 9 hijos. Zaida se recupero totalmente, se convirtió en una jovencita muy alta, pero muy delgada. Fue una etapa muy bonita de mi infancia, en la cual, me tuve que adaptar a un país y una lengua extraña. Un entorno, que aunque siempre lo miré con optimismo, fue bastante duro para una niña, que nunca había salido de una aldea. Como veis, dicha etapa la recuerdo con muchísimo cariño, es una pena que no tenga fotos de esa época. El río de la vida, siguió fluyendo, y yo creciendo.

 

 

FIN DE LA PRIMERA PARTE

 

2ª PARTE

 

3ª PARTE

 


A mis escritos
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Comentarios: 1
  • #1

    Carameli (martes, 12 abril 2016 16:13)

    Me encanto la historia primera parte y me reí un monton