RECUERDOS Y REFLEXIONES

LA EDAD

Hola, 

Tengo un montón de años,  los llevo muy bien, y siempre, siempre me acompañan. Es decir, no los olvido.  Aunque vosotros no lo creáis, son mi batalla particular, con los demás.

 

¿Las personas nos interesan, o queremos conocerlas por lo que nos puedan aportar o por la edad?

 

A mi me interesa la persona. Pues si hablas, de persona a persona,  por el chat, por teléfono para encuesta (no importa lo que opines) o simplemente para jugar al parchis (en la red) una de las primeras preguntas es:  ¿Que edad tienes?, puedes mentir, o decir la verdad,  pero siempre  encontraras a alguien, que no le guste tu edad.

 

Carajo, ¿es tan importante un numero, que te impide conocer primero a la persona? Puede ser que este equivocada, y a muchas personas, solo les interese saber la edad de los demás. Y me pregunto ¿Para qué? La persona no va a cambiar ni de sexo, ni de pensamientos, ni de decir tonterías o no, por una simple cuestión de números. Para un te pillo aquí te mato, no hace falta la edad, solo las ganas de dos, jijiji, y para lo demás, seamos serios, miremos el interior de la persona, que es lo importante. ¿No os parece?

 

 

 

EL DÍA DEL "BOLLU"

Tuve como toda hija  de vecino, y según la tradición cristina una madrina y un padrino. Mi mayor ilusión, cuando ya lo pude entender, era llevar el ramu (de laurel) a mis padrinos el día de ramos. Dicho ramu (no había dinero para la palma, y tampoco se veía mucho) era decorarlo con galletas y caramelos y un precioso lazo. Ellos, el día de pascua, traían el bollo, y algún detalle más si terciaba. Mi madrina era un familiar lejano de la cual llevo también su nombre Edelmira.

Llegaba el día, y yo como loca, pues iba recibir el bollu. Normalmente llegaba la madrina  con un bollo precioso, y digo precioso, no rico. Siempre venia acompañada de su hija. Como llegaban a la hora de la merienda, pues mi madre les hacia la merienda y detrás el café o chocolate con el bollo.  Pues si, había que darles a probar el bollo que me traían. Todos comían un buen trozo, pero  la hija, era un pozo sin fondo, de una glotonería sin igual para lo pequeña que era. ¿Ya lo habéis adivinado verdad? Pues si, se zampaba mi bollo, creo que con las plumas de adorno y todo, jijij. Porque no se iban hasta que se terminaba. Y yo me quedaba sin bollo. Menos mal que en aquella época, a parte de no comer prácticamente nada, no me gustaba el dulce. Ayyyyyyyyyy si llega a ser hoy, con lo que me gusta, y la mala leche que me gasto, estoy segura que se declaraba la tercera guerra mundial, jijij. Pero claro cuando se iban, yo me quedaba llorando porque no tenia bollo.

El padrino era mi tio,  estaba soltero, y quien hacia el bollu era mi güela, de la cual también llevo el nombre de Trinidad..Si mi tío y padrino salía de "folixia" no me traía el bollu, tenia que ir yo a buscarlo de lunes, y si venia, pues también se lo comía, es decir dos bollos y me quedaba sin ninguno. Pero claro, como era güelita la que lo hacia, para evitar mas lloros, siempre había un “huevu” de chocolote, y ese era sagrado: era para la neña: yo. Pero no creáis, mi tío tenía once años más que yo, y su mayor placer era hacerme de rabiar. Que mejor motivo que el huevo de chocolate. Así que  para recibirlo, primero me hacia bien de rabiar

 

Aun así, con todos los avatares del “bollu”, me encanta la tradición asturiana de regalar el “bollu” a los ahijados.

Desde que empecé a trabajar, siempre, siempre me compré un bollin con el huevin de chocolate. Por desgracia, por culpa de mis s kilos, tuve que dejar de hacerlo.  Ahora me dedico a mirar los escaparates de las confiterías, con la "baba" colgando de  ganas de zamparme uno bien grande y coger un buen "empacho".

Tengo que decir también, que cuando me fui para Francia, era una niña, y en los apartamentos Ornano, había una pareja de conserjes ya mayores, los cuales me querían muchísimo y para mi,  eran mis queridos abuelos franceses. Desde que me conocieron, hasta que fallecieron siendo yo una jovencita, el domingo de pascua, primero me daban un conejito de chocolate con una tarjetita donde me felicitaban la pascua y me decían que debía buscar unos huevos escondidos, que por supuesto eran de chocolate. Os puedo asegurar que es uno de los recuerdos más bonitos que tengo de ellos, a parte de muchos otros por supuesto.

 

Esto es para vosotr@s,  huevos de chocolate. Yo no los escondo, aquí os los dejo. Disfrutarlos

¡CUANTO ENGORDASTE!

Siempre fui delgada, pero de unos años para acá, empecé a engordar. A ver no como mucho, y Uds. pensaran: eso lo dicen todas las personas que están gordas. Repito: no como mucho, pero es verdad que no se engorda de la nada, a no ser que se padezca algún tipo de enfermedad, y no es mi caso. Yo, llevaba, y hablo en pasado, unos años comiendo “chucherías” a destajo. Bollería casera, industrial, caramelos, gominotas, chocolate, avellanas, etc.…. Y claro, empecé a crecer a lo ancho. Las personas mas cercanas a mi, me decían, tienes que adelgazar, Bla Bla Bla. El medico me decía: tus análisis están muy bien, pero debieras bajar de peso. Yo cínica le contestaba: Si doctor, estoy en ello. El me miraba, y hacía mutis por el foro. Pues bien, aunque no lo creáis, no me ponía a régimen, por pura cabezonería eso es ignorancia, pues si. Estaba harta, de que, los mas cercanos me machacaran (la mayoría están bien rechonchitos) y desde luego que me lo dijeran con “maldad” los de fuera, eso ya me rebotaba.

Una de estas personas, que apenas hablaba con ella, un día la encontré de frente y me dice:

“Jesús, María y José, lo que engordaste” yo le contesté: si, engordé, pero Ud., cada día tiene la lengua mas larga.” Ni adiós me dijo. (Yo encantada)

Otra: Chica, que gorda estas. A ella que estaba, bastante más que yo, le dije: ¿No tienes espejos en casa?, nunca más hizo otro comentario sobre peso.

 

Otras, otro tanto de lo mismo, y como lo que mas molesta, es ponerse a su altura, yo lo hacia con gusto y contestaba: Yo creo, que lo que necesitas, es que te gradúen la vista.

 

No acostumbro a mentir, y desde luego a mi misma, jamas. Y claro que había engordado, no era obesa, pero si tenia sobre peso. Comprendo que las personas cercanas a mi, por ser familia, o amistad, me comenten cariñosamente que tenía sobre peso, pero que otras, a las que a penas cruzaba unas palabras en meses, por no decir años, te vengan a decir “Jolines lo que engordaste” sin siquiera, saludar, o preguntar que tal estas, pues me parecía una groseria.

Yo, veo bien, y veo gente obesa o sobre peso y no se me ocurre decirles “que gorda o gordo estas”, pues los motivos por lo que está así, pueden ser muchos, y yo no soy quien para juzgar a nadie.

Si es cierto, que con otras personas cercanas, si comentamos, pero porque sale en la conversación, si no, yo ni mu.

 

 

Debido a un problema de salud que tuve esta primavera, tuve que hacer varias visitas al hospital, y en una de ellas, me midieron y me pesaron. Como me tocó una enfermera que no tenía pelos en la lengua, me dijo de todo, menos guapa. Era una verdadera bruja, pero con gracia. Ese día, a parte de lo pachucha que estaba, reflexioné, y me dije:”tu eres tonta, por tu cabezonería no te pones a régimen, y a quien estas perjudicando es a ti misma.” Pues dicho y hecho, cuando llegué a casa, empecé la dieta, y hasta hoy. Por cierto, como bastante más de lo que comía antes, pero claro está, ni una chuchería he probado hasta la fecha.

 

Llevó adelgazado 15kilos, (soy de estatura media-alta), pues bien, lo que mas me “jode” ahora, jijij, es que las personas, que me decían “Que gordas esta, cuanto engordaste”, esas ahora no dicen ni mu.

Yo que soy un poco “bicho”, cuando veo alguna, les digo, si tengo algo de confianza: “¡que! ahora no dices “chica cuanto has adelgazado”. La mayoría, que desde luego de buenas personas tienen poco, contestan “Ayyyyyy pues no me había fijado, pero si, parece que si, que adelgazaste algo.

 

En fin, No llegó a dolerme la maldad de ciertas personas, pero si me fastidió. Yo sigo con mi dieta, ya solo me faltan 5 kilos para llegar al trato que hice con mi medico. Espero seguir por buen camino, y estas navidades no desviarme mucho.

 

NOTA:

Han pasado más de dos años, y he conseguido llegar y mantenerme en el peso que “antiguamente” tenía y el recomendado por el doctor.  Me siento y me veo muy bien, de vez en cuando me doy un pequeño homenaje con golosinas sobre todo, pero estoy muy contenta de haberlo conseguido.

 

De todas formas, siempre encuentro a la persona “adecuada” que antes me decía: que gordas estas, y ahora me dice: pero que mala cara tienes.

A estas personas tan “amables” les digo desde aquí: que os zurzan bonitas.

 

 

 

 

ADIVINANZA

Sus amigas y sus vecinas estaban celosas de ella.

Sabían que su vida era un caos. Tenía carencia de amor, de afecto. Su economía era un desastre. Su vida familiar dejaba mucho que desear. Las personas a su cargo y los problemas,  la dejaban exhausta y apenas podía con todo ello. Pero aun así, cuando salía a pasear cada tarde, con semblante amargado, avinagrado, con ansias de salir huyendo, y la veían venir de vuelta, ayyy cuando venia de vuelta………

Su aspecto era otro, tenia un semblante despejado, una sonrisa asomaba a su boca, sus ojos brillaban, su cara era un poema de paz. Venia de su paseo con ganas de enfrentarse a ellos, de luchar contra ellos. Tenía la sensación de que podía hacer frente a sus problemas, y seguir adelante.

A sus amigas les carcomía la curiosidad, ellas tenían problemas similares y estaban desbordadas. Querían saber, que pasaba entre su ida y su regreso. En que empleaba sus horas.

¿Quizás rezaba en la iglesia de al lado? ¡No!, pues la habían seguido. ¿Acaso había encontrado nuevas amigas, que la ayudaban a escondidas? No era el caso.

¿Podría ser que tuviera un amigo, o un amante que le hiciera sentir especial, y única? Todas suspiraban por algo así, pero no, tampoco.

 

La intriga, la curiosidad las carcomía. Intentaron sonsacarle, pero nada. Ella sonreía, cuando insistían e insistían.

 

Un día les dijo: "el día que dejéis, de observarme, de criticarme, de chismorrear a mis espaldas, de seguirme a escondidas, de sentiros celosas, de algo que me hace sentirme bien, el día que os comportéis, como amigas, y no como verdaderas brujas, os lo diré, y quizás os deje acompañarme.

 

Esa arenga, les sirvió de reflexión, y se dieron cuenta, que, con los mismos o parecidos problemas y dificultades, nunca la comprendieron, ni intentaron ayudarla, o ayudarse a ellas mimas. Solo les movía el morbo, el chismorreo  y  una curiosidad malsana.

 

Mientras, ella sonreía, pensando en sus queridas amigas, también las entendía, porque ella también sentía esos celos, esas contradicciones.

Lo que había empezado como una broma para sus queridas brujas(amigas) le había servido  para  aprender a encarar sus problemas de otro modo.

El desahogo diario, le valió de terapia y decidió compartirlo con sus amigas.

 

Quedaron para la tarde siguiente, en dar un  paseo juntas, y según iban caminado les explicaba su especial terapia:

"Todos los días salgo a pasear, voy contemplando el paisaje, me paro a oler el entorno, a escuchar los sonidos ambiéntales,  e incluso pruebo alguno de los frutos salvajes que encuentro en mi camino. Con el paso de los años, y los problemas diarios, me iba olvidando de las cosas sencillas y de la naturaleza que tanto da, y nada pide a cambio. Disfruto de todo ello y cuando llego al final del camino, a mi visita diaria, les hablo, grito, me desahogo, e incluso suelto algún “taco”".

"¿Sabéis queridas amigas?: nadie me lleva la contraría, nadie me rebate mis opiniones, ninguno de ellos se escandaliza por que suelte una o varias palabrotas. Me escuchan, mientras hago limpieza de mente y sentimientos. Me dejan hablar hasta quedar afónica, no me dan ni buenos ni malos consejos, solo escuchan, están en silencio. Me dan la paz que tanto necesito en esos momentos. Y con eso queridas amigas, con esta simple terapia, vuelvo a casa renovada, y con fuerzas para seguir adelante. Ahora que sabéis lo que hago cada tarde, ¿Queridas brujitas, queréis seguir acompañándome en el paseo diario?" No podían dar crédito a sus ojos, cuando vieron el destino final de la visita.

 

Adivinen:

 

¿A dónde fuimos?

 

Comentarios: 1
  • #1

    Elizabeth (domingo, 28 agosto 2011 21:31)

    HOLA CIELO QUE VERDADES ESCRIBES, FELICIDADES ME ENCANTA TUS NUEVOS APARTADO,
    BRAVOOOOOO BUENO YA ESTOY DE VUELTA, MAS RELAJADA Y CON LAS PILAS PUESTAS PARA MAÑANA EMPEZAR A TRABAJAR, CARI NO DEJES DE ESCRIBIR LO HACES DE MARAVILLAS, MUCHOSSS BESITOSSSSSSS BUEN INICIO DE SEMANA